Capítulo 2- El
despertar de Dioses y Demonios
Berntz salió al
balcón usando su bata de encaje negro y su ropa interior excesivamente pequeña.
Encendió un cigarrillo y miró hacia la ciudad de noche. “Ya han pasado dos
días”, pensó, “Y esa maldita debe estar despertando los poderes de esos
imbéciles.”
-
Vuelve
a la cama – dijo Johnnas desde el cuarto.
-
Ya
voy – Dijo Berntz -, pero vete a dormir
al living. Ya no te necesito. Te llamaré si deseo usar tu cuerpo nuevamente.
Johhnas se puso
de pie y se fue caminando desnudo por el departamento. El poder maligno de
Berntz lo hacía actuar como un animal. En su mente, algo quería escapar y ser
libre, pero no podía. Llegó al sofá, se acostó, puso el dedo gordo del pie en
su boca, lo chupó con desesperación y se quedó dormido.
Afuera, en el
balcón, Berntz esperaba información de los demonios del inframundo. De pronto,
un espectro apareció junto a ella.
-
Su
malignidad – dijo el espectro -, los encontramos. Están en la montaña del Sur,
pero…
-
¡Habla!
– ordenó Berntz.
-
Están
con la Diosa Madre – Dijo el espectro -. No podemos acercarnos…
-
Inútiles
– dijo Berntz y con un rayo de su mano disolvió al espectro -. Así que la Diosa
Madre se dignó a bajar desde su trono estelar. Entonces es hora de actuar.
Berntz juntó sus
manos sobre su cabeza y enfocó su pensamiento en las profundidades del
inframundo. Su poder la teletransportó de inmediato. Al llegar, caminó un poco
frente a las puertas del infierno y a final golpeó. El Señor Oscuro abrió y la
miró lleno de maldad y deseo.
***
(Dos días antes)
Al llegar a la
cima de la montaña, Danajaia hizo que todos se pusieran en un círculo y que se
concentraran. Luego, elevó las manos al cielo y llamó.
-
Madre-
dijo Danajaia-, ha llegado la hora; te invocamos.
De pronto, de los
confines del universo rayos de luz emergieron y explotaron sobre ellos, Cuando
pudieron abrir sus ojos nuevamente, vieron a la Diosa flotando y descendiendo
lentamente. Al fin estuvo frente a ellos.
-
Soy
la Diosa Jariosc – dijo la Diosa - y he venido a despertarlos, hijos míos.
-
Pero,
yo tengo mamá y papá – dijo asustado Mollins – Además, no entiendo nada. Si
nadie me explica, me largo de aquí.
-
Tranquilo
– dijo dulcemente la Diosa - , yo les explicaré todo. Pero antes, debemos
protegernos.
La diosa levantó la mirada y, tocando suavemente su pecho gritó: “¡Campo de
Fuerza Estelar!”. De su cuerpo surgió una explosión de energía que cubrió la
montaña entera.
-
Hace
millones de años, cuando el mundo no era físico, la gran raza de Mu gobernaba
la tierra. En ese entonces, los dioses y los humanos convivían en paz. El reino
de Mu cubría los dos hemisferios de la tierra y tenía dos grandes ciudades. La
ciudad del Sur y la Ciudad del Imperio. Cada ciudad estaba regida por una Semidiosa
elegida por los espíritus del mundo antiguo. Cada una de ellas recibía poderes
especiales para controlar el mundo. Como eran tan poderosas, les llamaban
Nagdalí, que en lengua Mu significa “bella y peligrosa”.
-
¿Nagdalí?
– dijo Machuks – Berntz te llamó así, Danajaia… ¿Quiere decir que tú viviste en
la tierra de Mu?
-
Soy
la reencarnación de la Nagdalí de la Ciudad del Imperio – dijo Danajaia -, pero
deja que la Diosa Jariosc continúe.
-
En
fin – continuó la diosa -, La Nagdalí del Sur se hizo muy poderosa y nadie
sabía por qué. Hasta que yo misma la descubrí. Se había vuelto la amante del
Señor Oscuro.
-
¡Del
diablo! – Exclamó asustada la sofistica Vitus
-
¡Exacto!
– Continuó la diosa – El señor Oscuro le prometió poderes más allá de toda
imaginación, y ella le creyó. Pero el Señor Oscuro la traicionó.
-
Típico
de los hombres – añadió Grezzi – son todos unos desgraciados.
-
¡Cállate,
chica! – gritó el afro Alonz – Continúe, mami.
-
Gracias,
hijo – continuó la diosa -. El Señor Oscuro hizo el amor con la Nagdalí del Sur
y le comió el alma. Desde ese entonces, ella vaga por la tierra con su alma
insatisfecha. Lo único que podría calmarla es la Joya Estelar, pero si la
obtiene…
-
Dominará
al mundo – añadió Machuks y todos lo miraron-. Lo leí en un libro de mitología.
-
Es
por esto que la Nagdalí del Sur nunca debe tocar la Joya Estelar – Dijo
Danajaia.
-
Sí –
afirmó la Diosa – Berntz, como ustedes la conocen, es la Nagdalí diabólica y
debe ser derrotada. Ustedes son la reencarnación de los antiguos Guardianes de
la Joya y ahora deben despertar sus poderes.
Entonces, la
Diosa giró e hizo desaparecer a todos y los trasladó a algún lugar de la
montaña.
***
Rojis apareció al
borde de un bosque y junto a él refulgía la Diosa. Ella lo tomó de la mano y lo
llevó flotando a la espesura de los árboles.
-Cierra tus ojos
y siente tu poder – dijo la Diosa – Dime de dónde viene.
Rojis sintió una
gran energía recorrer su cuerpo. Era un poder sorprendente que subía y bajaba
por su espalda, y se concentraba en un lugar con mayor intensidad.
-
El
poder está en mis nalgas – dijo emocionado Rojis – Es increíble
-
Déjalo
fluir y conviértete en el héroe que eres.
Rojis rápidamente
se bajó los pantalones y sus nalgas brillaron con una luz roja. Su cuerpo
aumentó de tamaño unas tres veces y se cubrió de pelo. Una gran cola salió de
su coxis y un grito, que se sintió hasta las más lejanas galaxias salió de su
boca. De un salto llegó a la copa de un árbol y apuntó con sus manos hacia una
gigantesca roca. “¡Banana!” gritó, y un rayo en forma de plátano destrozó la
roca en miles de pequeños trozos. Había Nacido el guardián Gorils.
***
Nicha y Danielle
aparecieron junto a la nieve y escucharon a lo lejos el rugir del Guardián
Gorils. En ese momento apareció la Diosa junto a ellas.
Bienvenidas,
hijas – dijo la Diosa - . Sientan el poder que emana de su interior.
Ellas cerraron
los ojos y sintieron algo muy curioso. Danielle sintió que el viento obedecía
los movimientos de su ombligo y Nicha sintió el fuego arder en sus orejas.
-
El
fuego es mi poder - dijo Nicha.
-
El
viento es el mío – dijo Danielle.
-
¡Liberen
sus poderes! – exclamó la Diosa.
Nicha se elevó
por los aires, juntó sus manos y, al tiempo en que movía las orejas gritó: “¡Fuego
galáctico!”. Una gran explosión hizo salir un volcán que hizo erupción lanzando magma a gran velocidad hacia ellas.
En ese instante, Danielle voló y, moviendo rápidamente el ombligo, gritó “¡Huracán
Cósmico!” un gran huracán hizo retroceder la lava y apagó el fuego del volcán.
Habían nacido las guerreras del fuego y del viento
***
Los Gemelos Seb y
Dieg aparecieron junto a un lago. Detrás de ellos, la Diosa habló.
-
-
El
poder del dúo nebular es muy fuerte – dijo la Diosa- cuando ataquen tiene que
ser al unísono para que su máximo poder funcione. ¡Cierren los ojos!
Dieg y Seb
cerraron los ojos y su energía combinada empezó a crear una gran tormenta. Seb
sintió que en su mano aparecía una espada. Dieg sintió lo mismo. Seb sintió que
la espada podría cortar cualquier cosa. Dieg sintió lo mismo. Al abrir sus
ojos, ambos estaban vestidos de plateado, con sus pantalones ultra ajustados,
una chaqueta plateada abierta y nada debajo, ambos sostenían espadas luminosas.
-
Actúen
– dijo la Diosa.
Dando un gran
salto, Seb y Dieg juntaron sus espadas en el aire y al separarlas un rayo plateado
salió de ellas al tiempo que ellos gritaron “¡Corte Nebular!”. El rayo impactó
la cima de una lejana montaña y la partió en dos. Había nacido el Dúo Nebular.
***
Machuks apareció
en una cabaña abandonada frente a una mesa en la cual había una pluma. Junto a
él la Diosa apareció con menos ropa que antes. Se acercó a él y lo besó
apasionadamente.
-
Aún
no lo recuerdas – dijo la Diosa al despegar sus labios de los de Machuks -,
pero entre tú y yo hay un pasado gigante.
-
Es
por eso que sentí algo al verte – respondió Machuks – creo que…
-
No
hay tiempo - interrumpió la diosa -, Ahora toma la pluma.
Machuks tomó la
pluma y de inmediato sintió que un poder enorme emanaba de su mano. Con la
pluma escribió una palabra en el aire: “Poder”, y la palabra brilló flotando
frente a la diosa.
-
Haz que
explote el poder – dijo la Diosa.
Con un leve
movimiento de la mano al tiempo que gritaba: “ Palabra Sideral” arrojó la
palabra luminosa a un valle cercano, y una explosión equivalente a cinco bombas
nucleares ocurrió. Había nacido el poeta sideral.
***
Alonz había caído
de cabeza sobre un tronco, pero su afro había amortiguado el golpe. La Diosa,
al verlo le dijo
-
Es
hora de que tu pasión se transforme en poder – dijo la Diosa – concéntrate en
tu pasión.
Alonz se concentró
en el ritmo de su interior el cual creció haciendo vibrar todo a su alrededor.
El poder crecía y crecía como si fuera un océano de energía incontrolable cuyas
olas chocaban contra su pecho. Estiró sus manos y gritó “¡Tsunami
Interdimensional!” Una ola de cientos de metros salió de sus manos y destruyó
todo a su paso.
Había nacido el
Guardián Interdimensional
***
Ray y Meds habían
aparecido junto a un acantilado. Frente a ellos en el aire apareció la diosa
flotando.
-
Sus
poderes son opuestos pero complementarios – dijo la Diosa – deben sentir dentro
de ustedes y lo descubrirán.
Medins cerró sus
ojos y sintió su musculatura aumentar. De sus pies emanaba un poder enorme que
lo envolvía como un fuego blanco. Empezó a elevarse y abrió los ojos. Frente a
él flotaba el musculoso ray envuelto en un fuego azul.
-
Qué
despierte el poder – dijo la Diosa.
Medins sintió que
el fuego blanco lo penetraba por todas partes y exclamó al tiempo que lanzaba
un gran rayo azul de sus fosas nasales: “¡Glaciación universal!” El rayo cayó
en un lago y lo congeló de inmediato. Ray no pudo aguantar el poder del fuego
azul y desde sus tetillas se lanzaba un rayo multicolor. “¡Cataclismo Planetario!”.
El rayo cayó en la tierra e hizo surgir una montaña en medio de un gran
terremoto.
Habían nacido los
guardianes del hielo y de la tierra.
***
Tam apareció a
orillas de un camino. Unos metros más allá apareció Katitz. Ambas corrieron a
abrazarse, pero el terreno cedió y ambas cayeron por un gran agujero en el
suelo. Mientras caían, la Diosa apareció junto a ellas.
-
Rápido,
sus poderes- exclamó la Diosa -. Encuéntrenlos en su corazón
Katitz sintió que
de sus uñas emanaba un poder enorme. Un poder que superaba el tiempo y el
espacio. Estiró sus manos y sus uñas crecieron como las de una pantera en celo.
Su cabello erizado se alborotó al tiempo que su poder emanaba de sus uñas. “¡Arañazo
Galáctico!”, gritó y el tiempo se detuvo.
-
Puedes
controlar el tiempo – Le dijo la Diosa – Incluso puedes paralizar a tus
enemigos. Ahora tú, Tam. ¡Concéntrate!
Tam, que estaba
suspendida en el aire, con la falda totalmente elevada, se concentró
fuertemente. El poder nacía de sus rodillas y crecía con fuerza. Una luz empezó
a emanar de su cuerpo. Era un poder muy fuerte. “¡Movimiento Interplanetario!” gritó
al tiempo que juntaba y abría sus rodillas. Una explosión enorme ocurrió y en
vez del agujero por el que cayeron, quedó un cráter inmenso. Ambas cayeron
suavemente en suelo firme.
-
Moví
la tierra con el poder de mis rodillas – dijo Tam –. Puedo controlar el
espacio.
Habían nacido las
guerreras del Tiempo y del Espacio.
***
Rinks y Doguets
aparecieron sobre una gran roca al pie de las montañas. La Diosa se materializó
frente a ellos.
-
Ustedes
tienen un poder muy especial - dijo la
Diosa – Los demonios temblarán ante ustedes.
-
Siento
mucho calor – dijo Doguets - no lo puedo
soportar.
Rinks retrocedió.
Doguets estaba emanando fuertes ondas de energía. De pronto, Doguets gritó y su
ropa salió volando, sólo su ropa interior quedó puesta, y brillaba intensamente.
Rinks observó que la ropa interior de Doguets era diminuta. Doguets empezó a
flotar lentamente. Rinks cerró sus ojos y adoptando una posición de meditación
comenzó a flotar al tiempo que su mente percibía los pensamientos de todo el
universo. “Puedo controlar las mentes de todo el mundo”, pensó “¡Mente Crepuscular!”,
dijo y vio los pensamientos de toda la humanidad. En ese instante la ropa
interior de Doguets explotó en luz al tiempo que gritaba “¡Colaless Astral!” y
un relámpago de luz cegaba todo lo que estaba en frente.
Habían nacido los
guardianes de la luz y de la mente.
***
Vitus apareció
bajo un árbol encima de Sots y se levantó asustada. La Diosa los miraba.
-
Es
hora de que sus poderes tomen el control – dijo la Diosa –, no hay tiempo que
perder. Vitus, junta tus manos y ponlas detrás de tu cabeza. Sots abre tus
brazos, palmas arriba y flecta tus piernas. El poder de ustedes viene del
interior
Vitus, sintió
unas cosquillas enormes en sus codos y comenzó a agitarlos al tiempo que movía sus
caderas. Sus ojos empezaron a brillar mientras un quejido agudo salía de su
boca. Sots sintió un ardor en sus manos y comenzó a aletear mientras movía la
cabeza en forma salvaje. Vitus sintió que ya no podía controlar el poder.
“¡Tormenta Solar!” Gritó mientras los rayos de sus ojos hacían volar un cerro
distante. Sots juntó sus manos sobre su cabeza mientras se formaba una gran
bola de energía de color amarillo intenso. De pronto arrojó la bola de energía
al tiempo que gritaba “¡Prote Boreal!”. La esfera de energía colisionó con otra
montaña y la desintegró en segundos.
Habían nacido los
guardianes del Sol y de la Energía.
***
Mollins había
aparecido varias horas atrás en una cueva. La Diosa le ordenó telepáticamente que lo esperara ahí,
pero como se demoraba mucho decidió ponerse a caminar un rato. De pronto, un
huracán lo golpeó y decidió correr, pero frente a él surgió un volcán que casi
lo quema y luego le llegaron rayos de frío, de luz. Un Tsunami casi lo ahoga y,
cuando ya pensaba que todo estaba tranquilo, le cayó una inmensa banana encima
y lo dejó asquerosamente sucio. Luego apareció la Diosa.
-
¿Qué
estás haciendo acá? – preguntó la Diosa - ¿Acaso no te ordené que esperaras en
la cueva?
-
Es
que… - murmuró Mollins - … Perdón
-
Bueno,
eres el último de los guardianes y debes saber algo de ti – dijo la Diosa.
-
¿Qué
cosa? – Preguntó Mollins.
-
Yo te
hice – dijo la Diosa.
-
¿Eres…
ee… eres mi mami? – dijo Mollins.
-
¡No,
idiota! – replicó la Diosa - yo te creé
hace miles de años. Es hora de que recuerdes tu misión.
-
Entonces la Diosa
flotó hacia Mollins y, sacando un control remoto, lo apuntó y apretó un botón.
Mollins movió la cabeza en 360 grados dos veces, luego se encendieron luces en
sus ojos y se abrió un compartimiento en su estómago
-
Restauración
completa – dijo con voz metálica el robot Mollins – Circuitos funcionando al
cien por ciento. La Joya estelar sigue en mi bóveda interna.
-
Muy
bien – dijo la Diosa -. Ahora pásamela.
El robot le pasó
la Joya Estelar a la Diosa y luego desactivó su apariencia humana. Ahora
Mollins era un ser metálico lleno de circuitos. En sus brazos, piernas y
espalda, relucían las puntas de misiles nucleares. La Diosa tomó la joya. Sabía
que la guerra estaba a punto de comenzar. Elevó sus manos al cielo y con su
poder teletransportó a todos los Guardianes y Guerreras a la cima de la
montaña.
***
En el inframundo,
el señor oscuro se ponía sus pantalones lentamente. Berntz se acomodaba la ropa
interior diminuta y se arreglaba el pelo.
-
Estuviste
fantástica – dijo el señor oscuro -. Una fiera incontrolable. ¡Pídeme lo que
quieras!
-
Necesito
un ejército – dijo Berntz – … La Diosa Madre volvió
El señor oscuro se quedó paralizado. Jariosc
había vuelto a la tierra. La Diosa… la única que sabía su nombre y que tenía
poder sobre él. Su nombre, el que había arrebatado de los Dioses supremos al
principio de los tiempos y que le confería el poder. Y la Diosa lo sabía. La
Joya Estelar se lo había revelado.
-
Está
bien – dijo con fuerza el Señor Oscuro -, tendrás el ejército de las tinieblas.
Esta vez, la Joya debe ser nuestra. Sin esa Joya, esa Diosa no es nadie.
Además, supongo que la Nagdalí Danajaia ya no es rival para ti.
-
Esa
estúpida sabe que no me puede enfrentar – dijo Berntz -. Sigue
teletransportándose, pero tengo una idea para impedirle que huya.
-
Me
parece bien – dijo el Señor Oscuro -. Ahora vete y convoca el ejército.
Al decir eso, el
Señor Oscuro tomó su capa con una mano y , girando, desapareció en medio de un
humo negro. Berntz pensó en el poder que iba a tener y cómo iba a enfrentar a
la Diosa y a los Guardianes y Guerreras. “Va a ser una gran guerra”, pensó “Iré
a organizar a los ejércitos, pero antes… abusaré un poco de Johnnas. Ya tengo
ganas”.
***
La Diosa se puso
en medio del círculo de los Guardianes y de las guerreras y les habló con
ternura y convicción
-
Hijos
– dijo la Diosa – han despertado sus poderes. La batalla se acerca y debemos
estar preparados. Han sido dos días de entrenamiento intensos. Ahora debemos
descansar. Danajaia, cuida el campo de fuerza. Yo debo dormir un poco.
Dicho esto, la
Diosa se transformó en luz y subió a su palacio entre las estrellas. Al llegar
a su cuarto lleno de velos y de luces boreales, hizo desaparecer su túnica y se
puso un baby doll hecho de polvo de estrellas. Bostezó y caminó a su cuarto.
-
Te
esperaba – dijo una voz varonil desde el cuarto –. Veo que sigues tan deseable
como siempre.
La Diosa se
detuvo. Su corazón palpitó fuertemente. Esa voz… La voz de su primer amor… de
quien le rompió el corazón. La voz, cuyo nombre sólo supo gracias a la Joya
estelar.
-
Qué
haces aquí Jordys – exclamó la Diosa -, en mi cuarto y desnudo sobre mi cama.
El Señor Oscuro
la miró sonriendo
Continuará…